¿La catedral tierra se esta quemando y que estamos haciendo para apagar el fuego?

Abril 27/2019 - #3

La catedral de Notre- Dame se quemó recientemente y de manera inmediata billonarios en Francia prometieron contribuir con millones de dólares para su reparación. Los dueños de L’oreal, LVHM, Gucci, Yves Saint Laurent, Louis Vuitton, bancos como Societe Generale, BNP Paribas y otros prometieron cientos de millones. La pregunta que surge es, si los billonarios prometen millones de dólares para una edificación, ¿entonces que los detiene para contribuir en algo a la disminución del hambre, la pobreza y el calentamiento global?

Sin duda la gran mayoría de personas que valoramos la historia y el esfuerzo del hombre para diseñar una obra de la magnitud de la catedral, sentimos mucha tristeza y dolor por el incendió que acabó gran parte de esta, entendiendo que es un símbolo para millones de personas y consideramos valiosa su reconstrucción. Aquí nos centramos en cuál es el nivel de conciencia de quienes, teniendo hoy miles de recursos a su alcance, no están viendo el incendio de nuestra catedral llamada mundo, su calentamiento global y el acelerado empobrecimiento de la mayoría de los ciudadanos en todo el planeta.

Hoy sabemos que el mundo está dividido entre muy pocos billonarios y billones de personas en la pobreza. Existe mucho dinero y recursos, así como grandes problemas globales. Usamos el incendio de la catedral como una metáfora para despertar nuestra conciencia y ver un fuego más grande, que es el calentamiento global de nuestra tierra.

Si decidimos poner atención en nuestra tierra, entendemos que cada día la incendiamos más con la contribución de todos los países, gobernantes y ciudadanos, tristemente aportamos minuto a minuto al fuego de nuestra catedral-el planeta tierra. Si damos el primer paso en aceptar esa realidad, que estamos conscientemente o inconscientemente contribuyendo como personas, como organizaciones, y como sociedades al calentamiento global, la pobreza y la inequidad, es decir al incendio de nuestra tierra, ese sería un primer paso gigante en el despertar de nuestra responsabilidad global.

Los científicos han escrito muchos documentos mostrando el peligro del calentamiento global y el cambio climático, pero esa información no se publica como una tragedia en los medios de comunicación masivos (Televisión, prensa, redes globales). Es más fácil entender una foto de una catedral en fuego, que entender un planeta que se está calentando desde hace un siglo. Cuando se le muestra al público que los glaciares se están derritiendo y que inmensos pedazos de hielo se están derritiendo, generando el incremento de los niveles del del mar por todo el mundo, no se le presta atención a esa foto, el mensaje no tiene la misma atención en nuestra mente contrario al caso de ver las llamas de la catedral.

Nuestro planeta se está quemando, pero la gente sigue como si la catedral continuara intacta trascurriendo el día a día asumiendo que todo estuviera normal. La gente se preocupa por sobrevivir día a día, se preocupa por la salud de su familia y el futuro de sus hijos, lo cual, por supuesto es vital, pero no es suficiente para parar la crisis del incendio de nuestro planeta que más temprano que tarde nos llevará a un colapso global, eliminando las opciones de futuro para nuestros descendientes.

Entonces, de quien podemos depender para afrontar este problema? Típicamente dependemos de nuestras instituciones, gobiernos, universidades, líderes de los países para educar sus pueblos y proteger sus vidas. Pero en este caso, los líderes y las instituciones están operando con una mente y un nivel de consciencia muy básico, como si todo estuviera normal en nuestro planeta. Nuestros líderes se preocupan por mantener su poder, mantener el statu quo, concentrar más riqueza, obviando sistémicamente el impacto en el corto, mediano y largo plazo para nuestras sociedades y el planeta.

Pero, esa actitud de los líderes y de las instituciones nos siguen conduciendo de manera riesgosa al colapso de nuestra civilización. El planeta tierra es un sistema complejo y la gente típicamente no entiende cómo funciona el mismo; la mayoría se mueve desde una mente que les impide entender el peligro en el que estamos como seres humanos y como civilización. Algunos científicos han dicho que la cantidad de calor que le aportamos todos los días al planeta es igual a la explosión y calor de 400.000 bombas atómicas; por un minuto imagínense esto.

Aún tenemos confianza que podemos revertir esta crisis en la que estamos todos incluidos. Poco a poco la gente está despertando; la joven Sueca Greta Thunberg, quien lidera el movimiento ‘Fridays for the future’ se ha hecho famosa con su postura y discurso al pedirle a los adultos que no destruyan su futuro ni el futuro de los niños, porque si seguimos como vamos, esos niños de hoy cuando sean adultos , van a tener un mundo en peores condiciones, con el incremento del nivel del mar, menos especies en la biosfera, cambio significativos climáticos, y el posible colapso de la civilización moderna.

Al subir los niveles del mar, millones de personas tienen que abandonar sus tierras, buscar refugios en otros países, lo cual ya hoy está en unos niveles críticos, con la consecuencia del incremento de la pobreza ante la carencia de recursos económicos, ingresos y ausencia de alimentos, para lo cual el mundo no tiene ninguna preparación.

Nosotros queremos despertar su conciencia y contribuir en la evolución de su mente, hacia una mente global, sistémica, compleja y sustentable. Con esa nueva mente, usted como ciudadano evolutivo, puede ver su nuevo rol y responsabilidad en este drama global. Usted puede contribuir al despertar de la gente, movilizar a otros para apagar el fuego de la catedral-Tierra y disminuir el calentamiento global de nuestro planeta. Hoy, personas y grupos se están movilizando por todo el planeta a exigir que nuestros gobiernos e instituciones se comprometan con acciones concretas e inmediatas a confrontar este problema global y construir un futuro más justo, sustentable y floreciente para todos en este planeta.

Como vimos en el caso de Notre-Dame, existe dinero para afrontar y resolver todos los problemas, existe conocimiento del problema y sus soluciones por parte de la ciencia, existen ciudadanos involucrados en revaluar los sistemas económicos y del desarrollo que al día de hoy están demostrando que van hacia el fracaso, como lo plantea Yuval Noah Harari en su libro 21 lecciones para el siglo XXI.

Ante la ausencia masiva de líderes despiertos y comprometidos en la resolución inmediata de esta crisis global que permita construir un mejor futuro para todos, le hacemos una invitación a repensar integral y sistémicamente cada una de sus acciones actuales, para que sus decisiones y actuaciones del día a día contribuyan de manera concreta a la mejora de las condiciones de vida en su circulo cercano, en la comunidad de la que hace parte, la empresa de su propiedad o en la cual desarrolla sus actividades, sus decisiones integrales sociales y políticas en su comunidad y país, de tal manera que fortalezcamos ciudadanos que contribuyan 100% a la evolución integral como seres humanos y como sociedad.

Alvaro Avendaño y Manuel Manga