Marzo 24/2019 - #2
La cultura moderna es un conjunto de narrativas que tiene mas de 5,000 años, con orígenes en Grecia, Roma, El Medio Este y la Europa moderna. Dependiendo del pais en el que vives, las narrativas que constituyen la cultura moderna, tienen diferentes sabores y enfoques, pero a su vez también tienen mucho en común.
Una cultura es un conjunto de narrativas, valores, creencias, cosmovisiones y comportamientos que le dan sentido a la vida de los miembros de esa comunidad o cultura. Nosotros los seres humanos, somos creadores de culturas, y en muchas ocasiones lo hacemos de manera automática, algunas veces el resultado es positivo y otras veces el resultado es muy negativo para las personas y las sociedades, por ejemplo, Hitler y la cultura Nazi.
La cultura es generada por los seres humanos desde las vivencias y narrativas en las que se desarrollan durante ciertos períodos de tiempo, forjados en las experiencias individuales y las narrativas sociales que se van construyendo en las comunidades pequeñas hasta las grandes sociedades.
La cultura occidental presenta enfoques positivos y negativos. En el marco del enfoque positivo iniciamos por los grandes pensadores griegos, como Aristóteles, que habló sobre la necesidad e importancia de la ética en la vida personal y en la vida social. Otra contribución positiva estuvo en los filósofos modernos que contribuyeron a la era del renacimiento y a la cultura moderna basada en la razón, la libertad, la ciencia y el progreso. Algunos críticos de la cultura moderna, muestran el lado oscuro de la misma. Humberto Maturana declara que nuestra cultura moderna contribuye a la desconfianza y al sufrimiento de las personas. Riane Eisler muestra desde sus estudios, que la cultura occidental es patriarcal y se enfoca en dominar y oprimir a otros. Otro problema de nuestra cultura es que contribuye a una cosmovisión en donde la persona se ve separada de la naturaleza, ve a esta como un objeto, o peor como un recurso que hay que controlar y explotar al extremo sin límite.
Esta cosmovisión es reforzada por la cultura moderna, la cual se enfoca en el crecimiento indiscriminado, en el control de otros, en ver el planeta y la naturaleza como recursos a utilizar, que solo tienen beneficios para los seres humanos, aunque a su vez estemos destruyendo la ecología y la biodiversidad. Esta cultura de crecimiento sin límites, en donde la tierra solamente es un recurso, se convierte en un sistema económico bajo el cual todo lo natural tiene que ser convertido en dinero y riqueza financiera. Al otro lado de la cultura, estamos nosotros los consumidores de productos, quienes identificamos a estos en nuestra mente como fuente de lo que necesitamos para ser felices. ¿Citando varios ejemplos, quien necesita diamantes para ser feliz? ¿un nuevo carro cada dos años? ¿Un televisor más grande cada año? En este sentido estamos programados por la cultura y sus narrativas para obtener felicidad al comprar y acumular más cosas, sin tener la conciencia de como este estilo de vida no nos hace realmente felices. De igual manera esta cultura nos hace ignorar que de manera dramática estamos contribuyendo a la destrucción de nuestro planeta y las sociedades; por esta razon hoy nuestros oceanos estan llenos de basura y plástico acabando aceleradamente con muchas especies necesarias en nuestro ecosistema al igual que tenemos un crecimiento acelerado de la pobreza a nivel global.
¿Qué podemos aprender de nuestra cultura y de otras culturas? En Bogotá vivimos un valioso proceso que fue liderado por uno de sus alcaldes, Antanas Mockus, quien se enfocó y probó, aunque en un corto periodo de tiempo, que modificar la cultura ciudadana era posible con educación y con una mirada colectiva como ciudadanos, en la cual los valores se podían modificar pensando en el bien colectivo antes que en el individual, para mejorar la calidad de vida y la armonía en la sociedad. Por otra parte, su ejemplo igual comprobó que la modificación de las culturas requiere de esfuerzos permanentes y colectivos de largo plazo, debido a que se perdió gran parte de su contribución por no tener continuidad y permanencia en el tiempo por parte de los siguientes alcaldes que le sucedieron.
De igual manera tenemos otro ejemplo con las dos caras de una misma moneda en culturas que trabajan bajo el valor de la Libertad. Estados Unidos tiene como uno de sus pilares la Libertad, la cual sirve para lo bueno e igual para lo malo en la sociedad. Este valor que se ha enfocado en la cultura individualista de libertad, permite por ejemplo que un ciudadano tenga en su poder prácticamente cualquier tipo de arma, con consecuencias funestas para las comunidades e impactan de manera sistemática a sus ciudadanos, por la facilidad que se tiene para su uso en cualquier espacio del país. Ante las masacres que se suceden, parte de la sociedad reacciona con un refuerzo negativo sobre el valor de la Libertad, planteando que no se debe realizar control de armas, sino por el contrario que la sociedad debe armarse para defenderse.
Por otra parte acabamos de ver en Nueva Zelanda la ocurrencia de un acto trágico para esta nación por el uso de armas por parte de un ciudadano de otro país; la respuesta inmediata de su Primera Ministra y el gobierno, fue silenciar cualquier tipo de información que publicitara a los autores y a su vez la prohibición casi total del porte de armas por parte de sus ciudadanos, enfocándose en el derecho a la libertad y seguridad de todos, probando que se puede tener una cultura en la que prima el equilibrio entre la libertad, la justicia y la equidad, centrada en la protección colectiva y no solo la de un individuo.
Si miramos el fenomeno de la cultura no solamente desde cada uno de nuestros paises, sino desde la cultura global moderna basada en el consumismo, identificamos que nuestra civilización está sistémicamente contribuyendo al calentamiento global y al cambio climatico, es decir que en nuestro rol de consumidores y explotadores de recursos naturales estamos contribuyendo a un grave problema global que en pocos años puede ser irreversible.
¿Qué podemos hacer? Podemos cambiar nuestros valores, podemos cambiar nuestro estilo de vida. Podemos cambiar nuestra necesidad de tener hacia valorar profundamente el ser, como lo dijo Erich Fromm. Trabajar en la elección de vida al salir de vivir en la cantidad y vivir en la calidad. Podemos evolucionar nuestras narrativas, creencias y cosmovisiones. Podemos vivir con un sentido de vida, en sentirnos como una parte de la ecologia, de la naturaleza, y construir una cultura mas amorosa, etica, justa, y sustentable.
Nuestra propuesta de acción está centrada en que hagas la lista de tus valores, los revises e identifiques de qué manera están definiendo tu vida individual y colectiva hoy, reflexiones sobre ellos, elijas cuales pueden ser cambiados o también cuales puedes incorporar a tu diario vivir.
Con este cambio mental, personal, y cultural, todos podemos contribuir a transformar la cultura de nuestras comunidades y sociedades, impactar positivamente el cambio climático y construir un mejor mundo para todos.
Alvaro Avendaño y Manuel Manga
Comments